domingo, 3 de julio de 2016

Esta vez en salsa de almendras

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Hace un año y pico te confesaba en el texto “Hambre de albóndigas emocionales[1], mi interés por ese manjar. Recuerdo los pimientos rellenos de la extinta Josefa ¡Qué ricos que estaban! Y aquella cacerola llena de albóndigas, bolitas de carnes perfectas con una degustación que me hacía perder la consciencia y no podía parar de comerlas. He intentado recuperar el sabor pero me es difícil, tal vez porque los ingredientes son distintos y, en todo caso, por el amor con que la mujer cocinaba. Te dejo instantáneas de albóndigas caseras elaboradas esta semana en salsa de almendras. Para dieciocho albóndigas, con doscientos gramos de carne picada es suficiente y lo típico: huevo, aceite de oliva virgen extra, leche, cucharadita de perejil, tres o cuatro dientes de ajo, dependiendo del tamaño y del gusto, sal al gusto, dos rodajas de pan duro, para mojar en leche y para freír, cincuenta gramos de almendras, azafrán al gusto y un vaso de vino blanco añejo, tres años, de Mollina (Málaga, España). Fuente de las imágenes: elaboración propia.
Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Primero elaboro las albóndigas. Mezclando la carne picada, con el perejil, la hogaza desmigajada mojada en leche (que dependiendo de la cantidad es lo que va a dar más o menos cohesión a los ingredientes), un pelín de sal, dos dientes de ajo muy picaditos y el huevo, de forma que la mezcolanza quede compacta. Después, con las mismas manos elaboramos las esferitas y las enharinamos para luego sofreírlas hasta que se consiga un dorado uniforme, momento en el que las apartamos bien escurridas. En cuanto a la salsa, se doran los ajos junto a las almendras y la otra rebanada de pan, para seguidamente, bien chorreados, lo batimos todo junto al generoso vaso de vino blanco añejo de Mollina, el azafrán (dos hebras) y el pelín de sal. Finalmente cocinamos la salsa de siete a diez minutos (dependiendo de la baja intensidad y de la ebullición del alcohol) a fuego templado, para luego incorporar las pelotitas y dejarlas otros siete minutos. A continuación te dejo un vídeo, subido a Youtube por Recetas de Cocina Casera, con otra receta de albóndigas en salsa de almendras.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Hambre de albóndigas emocionales. 2015. Sitio visitado el 03/07/2016.