lunes, 1 de junio de 2015

Opciones

Fuente de la imagen: ESHOOTS-com en pixabay
En la actual situación de crisis que vivimos en mi país: ¿es difícil o es fácil ser productivo conforme a los tradicionales cánones de medición del rendimiento de un trabajador, colaborador, emprendedor…? Tal vez lo de la productividad hoy sea más una extravagancia, singularidad o contrasentido, que una materialidad (o no). Las decisiones que minuto a minuto debo tomar, los tropecientos frentes que casi simultáneamente demandan mi atención y el cúmulo de micro-situaciones que socavan mi concentración y que van desaguando mi operatividad, obviamente condicionan mi productividad. 

Si eres follower de este sitio conocerás mi interés por todo lo que rodea al tiempo y a la productividad. Textos como “Formación vs Fermentación”, “Formación vs baja productividad”, “Inflación y productividad”, “No por mucho estar, se produce más”, “Gerencia y Productividad”, “Cómoda productividad”, ¿Te da cuen? o el reciente “Cómo concentrarse y ser más productivo[1], son buena prueba de ello. Pues bien, despedí mayo y di la bienvenida a junio terminando de hojear el texto que me recomendó y prestó Antonio hace unas semanas (y que hay que devolver), de Kory Kogon, Adam Merrill y Leena Rinne, “The 5 Choices: The Path to Extraordinary Productivity[2], que traducido con mi inglés de los montes de Málaga es algo así como “Las 5 opciones: vía hacia el rendimiento asombroso”. 

En esta encrucijada económica y social es donde los autores me ponen encima de la mesa de producción cinco opciones que, según ellos, posibilitarán gestionar mejor mis elecciones, concentración y energía vital. La primera opción seguro que no te sonará a chino: actuar sobre lo importante, no reaccionar atropelladamente sobre lo urgente. Ahora bien ¿Cómo discernir lo importante de lo menos importante? La segunda opción es, cuando menos, curiosa, pero no menos importante: no conformarme con ser corriente: caminar hacia lo extraordinario. Y siguiendo con las opciones, llegamos a la tercera: programar el acometimiento de las grandes piedras del camino (las decisiones importantes), no entretenerme en quitar la grava. 

La cuarta opción tiene relación con la potenciación de la tecnología: que ésta trabaje para mí como motor colateral de mi productividad. Finalmente, algo que tampoco suena raro: alimentar mi llama, pero sin quemarme, de forma que el pensamiento clarividente proporcione la toma de decisiones mesuradas y el sentimiento de realización al caer la tarde (Fuente de a imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: JESHOOTS-com en pixabay.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Formación vs Fermentación (2006), “Formación vs baja productividad (2007), Inflación y productividad (2007), No por mucho estar, se produce más (2011), Gerencia y Productividad (2011), Cómoda productividad (2010)¿Te da cuen? (2014), Cómo concentrarse y ser más productivo (2015). Sitios visitados el 01/06/2015.
[2] Kory Kogon, Adam Merrill y Leena Rinne . The 5 Choices: The Path to Extraordinary Productivity. Editorial Simon & Schuste. 2014.