Fuente de la imagen: archivo propio |
¿En la práctica apreciamos lo que es ético de lo que no lo
es? Hace más de veinte años (consultar párrafos finales del post arriba referenciado), pensaba que no estábamos preparados para conseguir
cotas de comportamiento por encima de lo que establecen las leyes, porque la
sociedad en sí no está concienciada y es ella la que redacta en la mente de los
ciudadanos los códigos de actuación y establece y desplaza, hacia arriba o
hacia abajo, los mínimos de moral empresarial. Hoy sigo pensando lo mismo. Existen
empresas que sistemáticamente no incorporan a “buena gente” (ver “Elijo ser bueno”[4]), salvo para ponerle la bota en el cuello, porque lo que
quieren son tiburones, mala leche en resumidas cuentas. Así nos va. Cuando una
persona decente denuncia “en los foros presuntamente adecuados”, se la
vilipendia, se la despide y santas pascuas. Eso es lo que hay, o lo coges o lo
dejas, como las lentejas y los demás tan panchos (Fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: archivo propio.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Sentir un proyecto empresarial. 2005. Sitio visitado el 22/01/2014.
[2] Caja Madrid, en Linares (Jaén, España), Antonio Gómez Ortega,
[3] La Sexta. Sitio visitado el 22/01/2014.
[4] Velasco Carretero, Manuel. Elijo ser bueno. 2010. Sitio visitado el 22/01/2014.