sábado, 25 de mayo de 2013

Bofetadas por doquier

Fuente de la imagen: magnetme en pixabay
Espero que la futura ley de emprendedores que se está cocinando en mi país (el gobierno español la echó a la sartén el viernes) y que tengo mucho interés en estudiar, haya sido sensible con aquellas personas que, “adultos/as mayores”, se han visto obligadas a establecerse por su cuenta, o las mujeres profesionales y empresarias, maltratadas del mercado, que a duras penas mantienen el tipo, ya que a la bofetada del machismo reinante, se une la de la crisis. 

Ayer estuve cerrando una cita para la semana que viene con una profesional del Derecho. Apuntaba la dirección de su despacho cuando me dijo que coincidía con su domicilio particular. Para tener un poco de empatía, le dije que la crisis nos afectaba a todos, a lo que me respondió: “Bueno, la crisis y también la familia: tres hijos de distintas edades. Tener el despacho en casa me posibilita llevar adelante los distintos frentes profesionales y personales de forma distinta y mejor”. Indudablemente, a la mujer le es difícil conjugar la actividad profesional con la familiar. 

Según un estudio desarrollado por Mckinsey en 2007[1], el 54% de las ejecutivas sénior consultadas no tenían hijos, en comparación con el 29% de los ejecutivos. Mientras algunas madres trabajan medio tiempo o se aíslan del mundo laboral por completo, son muy pocas las que permanecen en actividades aplastantes muy competitivas en sectores tales como Estrategias, Finanzas, Operaciones o Comercialización, itinerarios laborales habituales para ascender (Fuente de le imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: magnetme en pixabay.
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[1] The Economist. The mommy track. 2012. Sitio visitado el 25/05/2013.