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Ahora bien, el profesor Martínez Vela (El valor del silencio en las fuentes literarias antiguas[1]), estima que la capacidad de guardar silencio ya era una
virtud admirable en el mundo antiguo y digna de ser enseñada. Hay que saber
guardar silencio cuando hay que practicarlo y para mí es muy difícil. Cuando
tengo que guardar silencio, a veces no
lo hago y viceversa, temiéndome que cuando tengo que hablar, puede que en
ocasiones, consciente o inconscientemente, me calle. Pero el dicho “el que calla, otorga” no debe tomarse
al pié de la letra, puesto que puede ser que lo que se escucha sea tan absurdo o
desbarajustado y el emisor está tan ofuscado, que será inútil abrir la boca. También
está lo que Rudy Spillman escribe en su libro Abierto[2]: “los que tienen sus convicciones pero respetan las de los
demás al punto de rechazar cualquier tipo de discusión destinada a convencer
uno al otro en cualquier dirección que sea. Y evitar la posibilidad de que la
conversación derive en violencia.”
Escribe la profesora Dña María Luisa López Huguet, doctora especialista
en Derecho Público Romano, en “El valor del silencio en las fuentes antiguas”[3]: “El silencio aparece en las fuentes con múltiples y variados
significados: signo de una educación noble, principal virtud del filósofo,
demostración de miedo, renuncia al derecho de defensa, señal de vergüenza,
prueba incriminatoria o comportamiento carente de expresividad, a través del
cual ni se afirma ni se niega algo. Por tanto, el conocido fragmento de Paulo
(D. 50.17.142: qui tacet, non utique fatetur: sed tamen verum est eum non
negare) “quien calla no es cierto que otorgue, pero sí que no niega”, no puede
ser interpretado de modo genérico, sino que su verdadero significado y alcance
viene condicionado por su contexto original.”
López Huguet se atreve a contradecir el refranero y afirmar
que no siempre “el que calla, otorga” sino que, a veces, simplemente “no dice
nada”. En fin. Me quedo con la siguiente extensión, epílogo o anexo a modo de
reflexión que para Spillman, el refrán debería tener: "Quien calla, a
veces otorga la posibilidad a quien habla, de que revise sus dichos"
(fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: bertomic en pixabay.
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[1] Martínez Vela, José Antonio. El valor del silencio en las fuentes literarias antiguas. Editorial Dykinson. 2012.
[2] Sitio visitado el 16/04/2013.
[3] López Huguet. María Luisa. El valor del silencio en las fuentes antiguas. Blog UNIR. 2013. Sitio visitado el 16/04/2013.