lunes, 9 de abril de 2012

Como el molinillo

Fuente de la imagen: archivo propio
En cualquier momento, ya sea en el marco laboral, empresarial, institucional o íntimo, debo ser consciente de mis tenacidades, firmezas y cualidades, que me definen como profesional y como persona. Sin olvidar mis debilidades, para controlarlas, reducirlas, eliminarlas.

Y, por derivación o inercia, actuar en consecuencia, sin aparentar ser otra cosa que lo que realmente soy. Como el molinillo, molinete, remolino, renglete o rehilete, que no aparenta otra cosa que no sea un molinillo. 

Y aprovecha las distintas direcciones del viento para mover sus aspas, realizando su actividad circular en la corriente de aire, cuando ésta se lo permite, con una sonrisa y sabiendo cuáles son sus fortalezas. 

Te dejo unas instantáneas del quehacer diario del molinete asentado en la aspiración a jardín. Que esta semana te sea beneficiosa.