Fuente de la imagen: archivo propio |
Por su parte, Moisés, además de aprovisionar de mesas y sillas, incorporó un castillo hinchable con tobogán, que trabajó duro durante todo el día, soportando el peso y las travesuras de esos locos bajitos. Se complementó la equipación con portería, canasta, red, ping pong y juguetes. Todo un despliegue de logística y coordinación.
Dos emprendedores que luchan en esta tormenta de crisis, no sólo por mantener a flote sus respectivos proyectos empresariales, sino por innovar con nuevos productos y servicios, adaptándose a las necesidades del pequeño cliente y ajustando los precios a la realidad económica actual. Enhorabuena y ánimo a los dos (en la imagen, una de las animaciones deportivas organizadas por Diana).