sábado, 11 de septiembre de 2010

No estoy solo

Fuente de la imagen: qimono en pixabay
Ayer me decía un cliente que en las vacaciones su mente ha parido tropecientas nuevas reorganizaciones y proyectos. Le admiro por varias razones, siendo una de ellas la capacidad de saber desconectar sin hacerlo. 
Te escribo este párrafo y el cerebro está pensando cómo organizar la jornada del sábado para laborar, vía teletrabajo, en un informe que se tiene que presentar el lunes, realizar las tareas domésticas del día y estar con tu familia y amigos. ¡Uf!

En estos últimos meses he ganado calidad de vida, hasta el punto que, después de tres años, he podido disfrutar de unos días de descanso, que podrían haber sido más si no abusara del “trabajar desde cualquier sitio”, que la tecnología actual, teléfono, Internet, Intranet… te permite, por lo que no me engaño y ese estar sin estar no computa. 

No obstante, la crisis económica que estamos viviendo favorece que en mi mente desaparezca el temor a no saber desconectar, que unido al sentimiento de formar parte de distintos equipos de trabajo, hace que me dé igual estar en las oficinas que fuera de ellas.

En el momento que atrapo la tecnología de turno y contacto con el grupo específico, el teletrabajo me teletransporta a ese entorno virtual donde habitan los perfiles de esas personas, alimentando el espíritu de equipo, socializándome con ellas y sintiendo que no estoy solo (composición de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: qimono en pixabay.