jueves, 9 de septiembre de 2010

ADN innovador

Fuente de la imagen: geralt en pixabay
Ayer fue fiesta local en Málaga capital, así que, junto a unos amigos, realizamos la probablemente última visita de este año al Parque Acuático Mijas (ver post del año pasado: “Parque acuático”). 
Atendí en la hamaca las llamadas y correos de felicitación por la experiencia del día anterior (ver postUn día con Bárbara”), con alguna que otra crítica o piropo, según se mire, acerca del valor que tuve tirándome al ruedo sin muleta, haciendo fotografías, nada menos que a Ouka Leele. También, me dediqué a hojear (o pantallear) en Internet artículos de prensa retrasados. Para comentarte hoy, seleccioné el texto de Jeffrey H. Dyer, Hal B. Gregersen, and Clayton M. Christensen, en Harvard Business Review, “The Innovator’s DNA`[1], que trata de un estudio que se realizó sobre el ADN del innovador, analizando los hábitos de un grupo de empresarios innovadores.

Las conclusiones parecen interesantes. Los empresarios de organizaciones innovadoras asumen personalmente las tareas creativas, dedicando más del 50% de su tiempo a esas actividades, trabajando ese ADN innovador. Unos nacen con ese ADN y otros lo desarrollan. El estudio determinó cinco habilidades del pensamiento creativo que habitan en estos emprendedores: son inquisitivos; son observadores de los pequeños detalles de comportamiento de los consumidores, proveedores; son exploradores de nuevos caminos y experiencias; están abiertos a otras perspectivas a través de relaciones con otros especialistas en distintas áreas; finalmente, aplican las habilidades anteriores para moldear nuevas valoraciones (composición de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: geralt en pixabay.
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[1] Jeffrey H. Dyer, Hal B. Gregersen, and Clayton M. Christensen. “The Innovator’s DNA". Harvard Business Review. 2009. Sitio visitado el 09/09/2010.