Con respeto y, deseo, venia del Maestro Mario Benedetti, voy a parafrasear uno de sus bellos poemas, para comentarte la táctica y la estrategia que intento seguir en mis relaciones empresariales en general y comerciales en particular, no pocas veces entendidas, o interpretadas adecuadamente, en mi ámbito profesional de actuación. Mi táctica es observarlos, aprender como son, entenderlos como son, captar lo que necesitan. Mi táctica es preguntarles y, sobre todo, escucharles, construir con acciones un lazo perdurable. Mi táctica es procurar quedarme en su recuerdo con un trabajo bien hecho, no sé cómo ni sé con qué pretexto, pero quedarme en ellos. Mi táctica es ser franco y percibir que ellos son francos y no vendernos castillos de arena ni cuentas de la lechera. Mi estrategia es, en cambio, más profunda y, a la vez, simple. Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, se acuerden de mí y me vuelvan a proponer colaborar en un proyecto común. Te dejo un vídeo, subido a Youtube por paechego, con el texto de Benedetti. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: thituzi en pixabay