domingo, 21 de septiembre de 2008

Alacranes

Fuente de la imagen: TRAPHITHO en pixabay
Según la leyenda, un sabio de Oriente salvó a un alacrán, que se estaba ahogando en un riachuelo, pero el escorpión le picó. Instintivamente, el maestro lo soltó, cayendo de nuevo al agua. El hombre volvió a rescatarlo y, nuevamente, el alacrán le clavó su aguijón. El alumno, que había observado la situación, le preguntó: “Maestro, ¿No comprende que cada vez que lo salva, intenta picarle?” El sabio respondió: “La naturaleza del alacrán es picar. La mía es ayudar”. Después, ayudándose de una rama, sacó al escorpión del arroyo y lo aterrizó suavemente en la hierba. 

La moraleja es que no debemos cambiar nuestra forma de ser si nos hacen daño, solamente hay que ser cautos, prudentes y tomar precauciones. Te cuento la historia porque, recientemente, me ha dicho un familiar que me ha soñado matando alacranes, pidiéndome cuidado con adversarios hipócritas de mi rededor, que por egoísmo, envidia o "vete tú a saber", pretenden causarme problemas. Confieso que me he preocupado un poco, pero no por los bichos o el sueño en sí, sino porque, llegado el caso, me gustaría sentir y actuar como el maestro (foto de la Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: TRAPHITHO en pixabay.