A veces, temo perderme con tantos datos estadísticos, económicos, financieros, sociales… Lo curioso es que, aparentemente, hay informes para todos los colores políticos e interpretaciones para todos los gustos. Lo hemos podido comprobar en los dos últimos debates televisados. Comento el último análisis. Según un estudio a catorce países europeos, presentado por la presidencia de la UE, la Unión ha hecho sus deberes y está en condiciones de cumplir los objetivos económicos que se marcó para 2010 (leído en la pág. 32 del Cinco Días de 3/3/08). Como era de prever, Finlandia e Irlanda encabezan la lista. Por su parte, España aparece en décimo lugar en el indicador global, si bien, encabeza la inversión orientada al futuro y el relativo al empleo, registrando el cuarto puesto en cuanto a las finanzas públicas saneadas y el último en materia de productividad.
A todo esto, el resultado de una encuesta realizada por la Corporación Cty a 1236 ejecutivos del sector financiero de las principales ciudades del mundo, apunta que mi país y su capital (Madrid), pierden atractivo en el panorama financiero internacional (leído en la pág. 21 de Expansión de 4/3/08), consecuencia de la incertidumbre económica, los temores al desplome del sector inmobiliario y, sorpresa, la situación política. Seguro que para los partidos conservadores, estos números sirven para argumentar el desastre. Seguro que para los partidos progresistas, estos datos reflejan el esfuerzo realizado en estos años por recuperar las distintas medias económicas y financieras. Y el votante corre el riesgo de desorientarse ¿Es lo que pretenden los coordinadores de las campañas electorales? (imagen del MEC).