No salió tan mal el plato, debido a que previamente, por la mañana, preparé una cacerola de nutrido caldo, a base de verduras y pollo, que fue lo que, in extremis, salvó la presentación, al menos, eso creo yo, a tenor de los piropos recibidos.
El caso es que el arroz con caldo me recordó al que hacía mi querida y extinta Josefa, el cual sí que estaba de rechupete. De los regalos retrasados de los Reyes Magos, resalto el que dejaron en la casa de Teo; el libro “El niño con el pijama de rayas”, de John Boyne (ediciones Salamandra), apasionante relato contado desde la mirada de un niño de 9 años, Bruno, que se muda con su familia a una casa, junto a una cerca...
Al igual que con el arroz, el libro recibió piropos de todos los que habían disfrutado de su lectura. Por la tarde me embarqué en la aventura y "se me volvió a ir la olla". Tenéis razón, hay que leerlo. Sería improcedente y de mal gusto contarte de qué va la historia, sólo te lo voy a recomendar.