Quiere convertir la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC) al país en el “value shore” de Europa, porque en ese continente existen pocas consultoras y las que hay son caras, por lo que tienen que llevarse trabajo fuera y esta producción, de conocimiento sobre procesos de negocio, sería posible que viniese a España[1]. Ciertamente, la madurez alcanzada por el sector en los últimos años permite que se amplíen las miras y las empresas consultoras, si bien representan sólo el 1% del PIB español, contribuyen al 8% del crecimiento económico, pero de ahí a convertirse en un referente de alto valor ¿a qué coste? hay un sensible paso económico y social ¿No? Loable será ese esfuerzo en atraer aquellos servicios de mayor relevancia, pero con los pies en el suelo (ilustración del MEC). Fuente de la imagen: sxc.hu.
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[1] Leído en la pág. 27 de Negocios del 6/11/07.