Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Todavía rememoro los tremendos golpes en las costillas. También, podía haberme quedado en uno de esos batacazos, pero la vida prefirió mantenerme en su regazo. Montaba a pelo al animal desde que tengo retentiva y me encantaba el roce del viento en la cara, mientras pasaba del trote levantado al galope de aire asimétrico, próximo a las centenarias encinas de cualquier paraje de la hermosa serranía (Imagen de Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: mvc archivo propio.
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[1] Noventa y un años de historia. Los veranos de la adolescencia me los pasaba trabajando en un restaurante de esa bella ciudad.