jueves, 19 de julio de 2007

O las comes o las dejas

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Ayer, un miembro de la comunidad Consultoría Estratégica[1], en el foro La imaginación es más importante que el conocimiento (Albert Einstein), me hizo una pregunta directa, acerca de qué opinaba sobre la reciente adquisición de Neurona por Xing (Ver post: ¿Más grande significa más fuerte?[2]). La cuestión creo que se planteó debido al rosario de rumores que desde hace semanas circulan en ese networking profesional. Entiendo que esos murmullos, cuchicheos y chismes puedan generar recelos e inquietudes a los colaboradores/as y terceros (clientes, proveedores, colectivo al que se dirige) de ese bonito proyecto que, sí, lo hemos construido todos/as (no sólo el emprendedor y sus colaboradores/as), pero no nos olvidemos cómo se promueve, cómo se mantiene en la Red y el marco económico y social donde navega (a no ser que sea una organización tipo ONG, religiosa o política, en cuyo caso, me equivoqué al inscribirme y participar). Por otro lado, esa posible desconfianza y nerviosismo son racionales, dado que las personas buscamos la inmovilidad, ya que sin alteraciones no coexistirían peligros de qué intranquilizarse. Pero, tampoco existirían oportunidades.

El filósofo griego Herodoto (quinientos años antes de Jesucristo), afirmó que lo único que permanece constante es el cambio y que no se puede poner dos veces los pies en el agua que transcurre por el mismo sitio del río, debido a que el líquido universal avanza de forma continua, aunque lo veamos siempre igual o, lo que es peor, anhelemos verlo siempre igual. Eso es lo que, a nivel general, creo que nos está pasando con el tema Neurona – Xing. Cada uno de nosotros es desigual en cada intervalo de nuestra existencia, una hormiga también, el hormiguero, también, Neurona ¿nuestro transitorio hormiguero? también. En el ámbito en el cual la empresa que promovió y mantiene a Neurona desarrolla su actividad, el cambio se sigue produciendo aunque los usuarios no lo percibamos o no queramos percibirlo. Dentro y fuera de ese networking, las características de espesor y apresuramiento con que la alternativa de relaciones profesionales se ha ido originando en el último año, hace que muchos netmails hablen de un presunto ambiente tumultuoso, perturbador, engañoso y malcontento. ¿Por qué? ¿Quién ha engañado a quién? Seamos coherentes, serios. Amigo, me temo que a río revuelto, ganancia de pescadores, en este caso, presuntamente furtivos.

La mayoría, por no decir todos, los que en su momento nos abrimos una ficha en Neurona, fuimos conscientes de la creciente ligereza e inestabilidad de esos medios de comunicación y de la sujeción en materia de regulaciones públicas (protección de datos, intimidad, etc.) y privadas (requisitos de acceso a las comunidades, restricción de datos de las fichas, etc.) de todo tipo, cada vez más renovados y evolutivos, a la vez que se confirmaba el ensanchamiento de la competencia (antes Econozco, Xing; ahora multitud de nuevos portales que me es imposible enumerar). Asimismo, se podría reconocer que las innovaciones tecnológicas nos posibilitan, por ejemplo, hacer networking, como unas mejoras de la sociedad virtual, que somos todos los que la practicamos, pero, también, no debemos ignorar o despreciar la importancia de los aspectos relacionados con el bienestar económico y financiero de las empresas que forman parte de esta sociedad virtual, al privilegiar ante todo la eficacia del networking. Si estas empresas no se mantienen con actividad mercantil (publicidad, cobrar por servicios ofrecidos, etc.), más temprano que tarde, cierran y no sólo los colaboradores/as, los promotores/as y resto de economías de escala pierden. 

En nosotros, como usuarios, está la decisión de aceptar y seguir o, sencillamente, cambiar de rumbo, hacia otro u otros sitios. Todo esto, a su vez, está provocando unos inadecuados movimientos orquestales en la oscuridad de nuestros cerebros, que se plasman en las numerosas, presuntas manipulaciones y olorosamente interesadas proclamas que recibimos a lo largo del día a través de nuestro gestor interno de correo (reconocer que hay escasos comunicados que se libran de la quema), que nos hacen olvidar aquella manera sencilla y gratuita de relacionarnos que aprendimos en esa casa, Neurona, en networking y que algunos procuramos practicar de forma estable, continua y proactiva en ese y otros sitios, barruntándonos, ahora, una ceguedad brutal al no aceptar el cambio del proyecto Neurona, en vez de afrontarlo, aceptarlo, enriquecerlo con nuestra sincera crítica en los “foros adecuados” (metaneurona, por ejemplo) o, sencillamente, darnos de baja. Como las lentejas: o las comes, o las dejas. Busca, compara y si encuentras algo mejor a tus necesidades pues… La grandeza de Internet.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Consultoría Estratégica. 2003. Sitio visitado el 19/07/2007.
[2] Velasco Carretero, Manuel. ¿Más grande significa más fuerte? 2007. Sitio visitado el 19/07/2007.