jueves, 8 de marzo de 2007

La cruda realidad

Te voy a felicitar hoy, pero te debo felicitar y abrazar todos los días de la Vida. Me siento triste por la existencia de esta onomástica en el calendario mundial, porque conscientemente te percibo mejor que yo, por muchas cosas, pero, sobre todo, por el sufrimiento que llevas a tus espaldas desde que el machismo irrumpió en el Paraíso, hasta nuestros días.
“¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Será llamada Mujer, porque del hombre fue tomada”. 
(Génesis, 2, 23) 

¿Discriminada hasta en las Santas Escrituras? Percibo que sí.

Desde Eva hasta la ramera de la ciudad de Ninive, pasando por Agar, Sara, Milká, Rebeca, Queturá, Judit, Basmat, Majlat, Lía, Raquel, Bilhá, Dina, Zilpá, Débora, Tamar, Asnat, Yokébed, Seforá, Mírian, Kozbí, Rahab, Aksá, Yael, Dalila, Orpá, Rut, Noemí, Ana, Peninná, Merab, Misal, Abigail, Maaká, Jaggit, Abital, Eglá, Betsabé, Tamar, Abisag, Jezabel, Atalía, Sarrá, Ester, Vasti, Cleopatra, Jemima, Cesia, Karen, Oholá, Susana y tantas otras no nombradas, han sido utilizadas, malinterpretadas, segregadas, manipuladas y presuntamente agraviadas, por el hecho de ser mujer.

Ayer, el Senado español aprobó la Ley de Igualdad (leído en El País). 

Hoy, el 70% de las personas que viven la pobreza en el mundo son mujeres (leído en 20minutos.es). 

Mañana ¿seguirán viviendo en la cruda realidad? Dice Candelaria Carrero, directora del Área de la Mujer de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA):

”Si nos comparamos con otras mujeres del planeta, la situación nuestra en España supone un privilegio; pero -la cruda realidad- mientras no cambiemos la educación impartida, ciertas connotaciones culturales y, desde la infancia, no se fomenten valores olvidados como la igualdad, el respeto y los derechos individuales, seguiremos viviendo en una sociedad hipócrita y machista, que nos relega a un segundo plano forzoso en todos los ámbitos” 
(leído en ABC).