He desayunado con la doctrina del Tribunal Constitucional, acerca de la profesora de religión despedida por la conferencia episcopal, debido a que vivía en presunto pecado con su pareja.
Entonces, interpreto que para ser profesor/a de esta materia hay que ser monja o cura, porque el que esté libre de riesgo de pecar que tire la primera piedra y, al menos, los religiosos/as están obligados moralmente por sus votos ¿Sí?
Solución: que los profesores sean monjas o curas y ya está. De verdad, cada vez entiendo menos de todo y me replanteo si seguir escribiendo sobre esto o aquello, porque la duda, vacilación, incertidumbre, titubeo, perplejidad se me hace cada vez más inmensa, más pesada.
Como no tengo claro si aporto algo a esta vida a través del blog, como punto y aparte de esta experiencia, recopilo los 365 post publicados desde que inicié el camino bloguero, a finales de 2002, reconociendo que me siento un tanto frustrado por no percibir beneficio interior y desconocer el verdadero valor que pueda haber aportado para mejorar un poco esta vida que nos ha tocado vivir.
Por si queréis descargar el documento en formato PDF, pinchar aquí.
Buenos días y buen fin de semana. Con cariño, Manuel.