viernes, 5 de enero de 2007

Con la salud no se juega

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Se han precintado en Almería otros tres invernaderos de pimientos por dar positivo en un plaguicida ilegal[1], siendo ya ocho los negocios cerrados por la Junta de Andalucía, tras detectar restos de pesticidas. Me pregunto si el tomate con el que refriego el pan del desayuno tendrá también Irofem Fosmetil ¿Quién me garantiza que no lo tiene? Los controles administrativos, supongo. Pero éstos, como se ha demostrado, también pueden fallar o no detectar casos sensibles. 

Decía en el post Pimientos corrompidos (M. Velasco, 2006)[2], que a los presuntos delincuentes les podrían caer multas que, en la peor de las situaciones ¿o mejor de los casos? rondarían los 120.000 euros. No hay que ser alarmistas ¿verdad?  Eso me dicen por activa y por pasiva, pero con la salud no se juega y aunque fuera sólo un hecho aislado, habría que difundirlo por los medios adecuados, como información y como prevención de la actuación de otros depravados.
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[1] leído en 20minutos.es.
[2] Velasco-Carretero, Manuel. Pimientos corrompidos. Sitio visitado el 05/01/2007.