domingo, 10 de diciembre de 2006

La comida de empresa

Fuente de la imagen: TerriC en pixabay
¡Uf! Quería que fuera un domingo tranquilo, para cerrar con cierto estilo emocional el puente de la Constitución y organizar la agenda de la semana que viene, pero el teléfono no para de sonar. Mi familia, que me adivina el pensamiento, me dice que no me queje tanto, que eso es calor y amistad. Lo sé. Lo sé. Pero, bueno, que se la va a hacer, de algo hay que quejarse. 

La última llamada ha sido de Teófilo. Me cuenta que la semana que viene tiene la cena de Navidad. Le digo que le envidio.Como ya sabréis por el post Al igual que lo contado en ¿Qué mejor aguinaldo?, este año, como se suele decir, por circunstancias de la producción, barrunto que recibiré pocas mercedes y no seré invitado a ninguna comida de navidad. El día que le toque a mi pareja, le diré a Koldo que me prepare un menú virtual de empresa. 

Y es que, como habréis deducido de la lectura del post ¿Cómo está tu familia?, quizás soy atípico, pero me gustan las comidas de navidad de empresa, dentro del marco de relaciones profesionales, se entiende. Sé que son criticadas y denostadas, pero pienso que tienen para la convivencia profesional muchos más aspectos positivos que nocivos. 

Recuerdo la cena de navidad del año 1992. Me senté al lado de una compañera que empezó a criticarme de forma áspera al responsable de auditoría interna de la empresa. Después me pregunta como me llamo: Manuel, le respondí. Y ¿qué haces en la empresa?, inquirió. Soy el auditor interno, me obligó a confesar.  En fin, sobre gustos y pareceres no hay nada escrito. Una última nota: escucho en la tele que Muhammad Yunus ya ha recibido físicamente el cheque del Premio Nobel. ¡Bien! (Formato de texto cambiado posteriormente. fuente de la imagen: sxx.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: TerriC en pixabay.