Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
En el marco empresarial, un plan de inversión esencialmente es un documento o informe que detalla y cuantifica económicamente los recursos que se necesitan para realizar una inversión y, una vez aprobado por la persona emprendedora, sirve de guía para la puesta en marcha del emprendimiento. Determinadas corrientes doctrinales, entre las que me alineo, abogan por incluir dentro del plan de inversiones aquellos otros desembolsos posteriores al inicio de la actividad y que también van a ser necesarios para mantener la actividad empresarial o profesional hasta que esta logre conseguir y mantener un nivel de resultados económicos positivos y suficientes. Por lo anterior, se aconseja que en el plan de inversiones se registre tanto la inversión inicial como aquella otra necesaria en el tiempo posterior hasta conseguir rentabilizar la actividad empresarial o profesional.
En cuanto a los gastos iniciales, si entendemos gasto como el desembolso económico para adquirir un producto o un servicio que se va utilizar en la actividad empresarial o profesional con la finalidad de obtener un resultado económico, los gastos iniciales serán aquellos importes necesarios para iniciar la actividad. También me alineo por clasificar los gastos iniciales dentro del plan de inversiones, como una partida más de ese informe, asimilando el concepto a inversión más que a gasto propiamente dicho, ya que son desembolsos que van a afectar a todo el plan de negocios en su conjunto. Finalmente, los gastos del periodo son aquellos desembolsos para realizar la actividad empresarial o profesional con la finalidad de vender los productos o realizar los servicios. Por tanto, son gastos necesarios para materializar la venta de productos o servicios en ingresos.
En relación a las fuentes de financiación, para la financiación de un proyecto empresarial o profesional, se necesitan recursos financieros, tanto para la inversión inicial como para todo el ciclo temporal en el que se pretende mantener la actividad. Estos recursos financieros pueden ser propios, aportados por la persona emprendedora, o ajenos, recurriendo al mercado financiero, o que se conoce como fuentes de financiación ajenas y que, en función del tiempo de retorno o devolución del capital, puede clasificarse en a corto, medio o largo plazo. Igualmente, esta financiación ajena puede llegar por diferentes vías del mercado de capitales: bancos, prestamistas, leasing, factoring… También, suele existir una financiación ajena relacionada con los aplazamientos de pago de los proveedores, crédito comercial, y que se clasifica en parte de la circulación del capital circulante.
Por lo anterior, un plan financiero será un estado o posicionamiento donde se explica cómo se van a financiar las inversiones iniciales y posteriores, así como el ciclo productivo o de servicios del negocio. Una vez aprobado ese documento, servirá de hoja de ruta para la ejecución del plan de negocio del emprendimiento en su faceta financiera. Por tanto, es importante describir la situación financiera previsional, estableciendo objetivos y elaborando un presupuesto de tesorería a corto y medio plazo, anotando el flujo de cobros o entradas de capital y de pagos o salidas de capital. En el plan financiero, se deberá prestar especial atención a los déficits de tesorería, que deberán ser cubiertos con financiación adicional transitoria, y las puntas de tesorería, para que no existan recursos financieros ociosos. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
_________________________
[1] Dependiendo, incluso, de la región del globo terráqueo donde te encuentres.
[2] Y así se lo confesé.
[3] Velasco Carretero, Manuel. Qué es un plan de inversión. Sitio Economía Sostenible. 2016. Visitado el 30/06/2022.
[4] Velasco Carretero, Manuel. Fuentes de financiación. Sitio Economía Sostenible. 2011. Visitado el 30/06/2022.