Fuente de la imagen: sxc.hu y elaboración propia |
El síntoma substancial es la presencia casi constante de ansiedad, nerviosismo o tensión[3]. Los desasosiegos y desvelos parecen saltar de un problema a otro, sea de índole familiar, interpersonal, laboral, económica, intrapersonal, etc. No voy a entrar en sus características, etapas u otros síntomas y me voy a centrar brevemente en el llamado distrés o estrés negativo en el proceso negociador, que es el que creo estoy padeciendo, ese aprender a decir "no" a tiempo o no preocuparme inútilmente. Inquietarse es conveniente porque me dispone ante circunstancias futuras impredecibles, pero lo que no debo hacer es bloquearme por preocuparme descomunalmente. Alarmarse por todo, siempre y mucho no es aconsejable para mi equilibrio emocional. Por otro lado, tal como está la vida actualmente, aprender a vivir con la incertidumbre me acompañará siempre y en el proceso negociador no suelo tener toda la información disponible en el momento que la necesito, por lo que la toma de decisiones no la haré en situación de certidumbre, todo lo contrario (Fuente de la imagen: sxc.hu y elaboración propia).
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[1] «Stress» Etymology Online. Web consultada el 20 de noviembre de 2014.
[2] Selye, Hans. The Stress of life. New York: McGraw-Hill, 1956.
[3] Incluso cuando no existen causas que las justifiquen.