Fuente de la imagen: archivo propio |
Estuve una semana trabajando de cajero reponedor en supermercados
de Marbella, Estepona y Fuengirola, igual periodo en los hipermercados de Mijas
Costa, Marbella y Arroyo de la Miel y otro tanto en los almacenes centrales y en el departamento de logística.
Además de hacerme trabajar duro, lo cual agradezco, fui consciente, de primera mano, de muchos recovecos organizativos que me sirvieron para conocer de cerca determinados procedimientos
de trabajo y proponer actualizaciones a los manuales de funcionamiento. Desde
aquel momento, cambió en mi mente la concepción de ese negocio.
Mientras veía el programa, recordé los árboles frutales de
la huerta de mis padres, tratados con los mimos propios de un agricultor
comprometido profesionalmente, creciendo y fructificando campaña a campaña. Si a
los colaboradores y colaboradoras se les atiende como se merecen, crecerán sanamente
y sus frutos serán inmejorables. Pero si son tratados con la punta del pie, no se
les presta la atención adecuada, languidecerán por la empresa, potenciando
improductividad y mal ambiente (Fuente de la imagen: realización propia).
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[1] Sitio visitado el 10/12/2013.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Ni seguratas ni chivatos ni detectives. 2006. Sitio visitado el 10/12/2013.