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A veces, caigo en el error de confundir la efectividad y la eficiencia. Ayer, fue uno de esos días. Es descorazonador, inservible y, por supuesto, improductivo, ejecutar con eficiencia aquello que no es necesario realizar.
Pero, erre que erre, todas las herramientas, procesos, consignas y protocolos que dispongo o me rodean, se orientan en la eficiencia.
Puede que lo significativo y valioso es predisponerse a realizar actividades que verdaderamente sean efectivas (imagen de bestgraph.com). Imagfen incorporada con posterioridad; fuente: PIRO4D en pixabay.