domingo, 24 de junio de 2007

El valor de la palabra

Leo en el suplemento infoempleo del grupo Vocento que Hojiblanca factura un 66% más y creará una sociedad para vender aceite a las marcas blancas. En otros momentos de este blog, ya he expresado mis respetos por esta firma. He tenido la oportunidad de participar varias veces en las siempre ricas juntas directivas del grupo, presididas por José y con Antonio, como director general.

También he sido miembro de la comisión y del jurado de los premios de calidad del aceite (las famosas palomas blancas, en el ámbito local), que anualmente se conceden a las cooperativas del grupo. En su seno he tenido la oportunidad de estrechar la mano de mi admirado Carlos Arguiñano y he conocido de cerca al malagueño universal Antonio Banderas. Desde esta modesta atalaya, animo a que si pasáis por Antequera, visitéis su museo del aceite.

En síntesis, guardo bonitas sensaciones de mi estancia profesional en la comarca. Es justo reconocer que mi relativo o discutido éxito no pudo ser sin la ayuda de personas como la del entonces consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y ahora miembro de la oposición del ayuntamiento de Marbella, Paulino (gracias, Paulino), la del jefe de servicio de la delegación de Agricultura de Málaga y actual presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Málaga y Sierras de Málaga, Cayetano (gracias, Cayetano, guardo tu carta como oro en paño) o la del propio presidente de Hojiblanca.

Pero recuerdo especialmente el cable que me echó el director general de Hojiblanca, Antonio, una fría tarde de noviembre del año 2002. Recién aterrizado en la organización que me habían contratado reconducir, tenía la primera asamblea de la sección de almazara. La presunta política de desinformación y tierra quemada propició que me encontrara ante el empresariado totalmente desnudo, sin históricos fiables y sin datos dignos de presentación.

Llamé a uno de los colaboradores directos de Antonio y le trasladé la situación. Me comentó que el director estaba de viaje y que era muy difícil su presencia. Después, me llamó personalmente y me dio su palabra de que estaría en la asamblea. Hizo filigranas con las líneas aéreas pero allí estaba. Apaciguó como nadie los ánimos. Habló y argumentó acerca del mercado del aceite, las cotizaciones, las ventas, las compras y orientó sobre el resultado de la liquidación. Gracias, Antonio. Te estoy agradecido por la ayuda. Deseo os vaya fenomenal. Sigo fiel al aceite Hojiblanca, aunque reconozco que de vez en cuando compro la marca blanca de Eroski, que la fabricáis vosotros y, a veces, sale unos céntimos mas ajustada (Fuente de la imagen: sxc.hu).