martes, 19 de junio de 2007

Aquí ajusto, aquí no ajusto

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En el post La e-factura (M. Velasco, 2006)[1] apuntaba los beneficios de la factura electrónica, ahorro de coste que la Asimelec[2] calcula en un euro por documento[3]. Si tenemos en cuenta la cantidad de facturas que periódicamente emiten los departamentos administrativos y el ajuste de gasto que podría suponer este sistema, no se entiende que cuatro años después de la aprobación de la normativa electrónica, sólo un 25% del tejido empresarial ha incorporado la e-factura a sus procesos.


Queda claro que no tenemos en cuenta este tipo de ajustes importantes y, sin embargo, continuamente nos paramos en la perenne y enfermiza reducción de otros gastos sociales, como el de personal cualificado, hasta el punto que, influenciado por aspectos como la globalización, las rentas del trabajo sufren un retroceso histórico en España, eso sí, en sintonía con el resto del mundo desarrollado[4]. Fuente de la imagen: sxc.hu. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2006). La e-factura. Sitio visitado el 19/06/2007.
[2] Patronal de las empresas electrónicas.
[3] Leído en la pág. 31 de la Gaceta de los Negocios de 18/6/07.
[4] Leído en la pág. 28 de Negocios de 18/6/07.