domingo, 1 de abril de 2007

La clarividencia de Marinoff

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Me doy cuenta que, sin quererlo ni pensarlo, soy asiduo lector de Lou Marinoff. Buena culpa de ello la tienen mi familia y amigos. El 21/2/2001 me regalaron la segunda edición de Más Platón y menos Prozac. El 15/4/2003 llegó la primera edición de Pregúntale a Platón. Finalmente, el 6/1/2007 me obsequiaron con la primera edición de El ABC de la Felicidad, que estoy leyendo en la actualidad. En relación con el post La pirámide de la carestía (M. Velasco, 2007)[1], espero me permita el autor transcribir unas frases de la página 549, donde tengo el punto de lectura: “Todos los insectos sociales (las hormigas, las abejas, las avispas), se organizan en monarquías absolutas regidas únicamente por reinas (en una hegemonía femenina), con todas las clases subordinadas bajo ella: una pirámide". 

"En las especies combativas de rumiantes[2], el 5% de los machos salen victoriosos de los combates estacionales[3] para inseminar al 95% de las hembras: una pirámide. Las organizaciones humanas, desde empresas a centros educativos y fuerzas militares, están estructuradas a partir de un líder, bajo el cual encontramos capas subordinadas cada vez más amplias: una pirámide. Y en todas las sociedades humanas la mayor parte de la riqueza se concentra invariablemente en el menor número de manos; la menor parte de la riqueza, en el mayor número de manos: una pirámide”. Marinoff, los humanos son una especie más, no de las más inteligentes, que lucha por sobrevivir (Fuente de la imagen: Wikimedia Commons). Imagen incorporada posteriormente; fuente: mvc archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2007). La pirámide de la carestía. Sitio visitado el 01/04/2007.
[2] Por ejemplo, el ciervo, el alce.
[3] El “celo”.