De acuerdo, justo es reconocer la bajada del paro en España al 8,1% (leído en ABC, entre otros medios).
Sin embargo, cabría preguntarse: ¿A costa de qué? ¿De desequilibrio laboral?
Pero ¿cómo se puede hablar de inseguridad laboral si están trabajando un porrón más de personas que en el año 1979 y el porcentaje es el menos negativo desde hace un porrón de años?
Duda razonable si no se tiene en cuenta el corto y el medio plazo.
Sin ánimo de plagiar a la minoría política y mediática que desde hace unos años todo lo ve negro en España, entiendo que existe una deshonrosa tasa de eventualidad laboral, un considerable endeudamiento de los españoles y un insultante paro de la mujer, que hace que la influencia del dato, dentro del marco económico y social, se pueda percibir a medio plazo hasta preocupante.
Aparentemente contradictorio ¿verdad?