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Ah, ya. Que no tiene experiencia política directa ni especial carisma[1] ¿Y qué? Además del slogan recogido en el primer párrafo de este post, también les trasladaré a la prensa cuatro razones. La primera, su discrecionalidad, su integridad y su capacidad de trabajo. La segunda, su currículo, sobre todo en los temas económicos (Madrid está súper endeudada). La tercera es que, precisamente, no está intoxicado con la política directamente (todavía). El carisma se lo dejo para expresidentes de gobierno y exministros.
¿Y la cuarta? Ahí va. Me gusta Gallardón como político y como gestor. Pero hay un pequeño detalle para algunos y gran detalle para mí. Si yo fuera madrileño y Gallardón me garantizara que iba a estar al frente de la alcaldía durante toda la legislatura municipal, sin duda lo votaría. Pero, por bien del partido conservador al que pertenece, pienso que Alberto debe ser el futuro líder del PP. Entonces, si gana la alcaldía, existe mucha probabilidad que al poco tiempo la deje para otras cuestiones nacionales.
En ese caso, pienso que el perfil de Miguel, es ideal para sustituir a Alberto, da igual el color político que tenga, porque los madrileños se merecen buena gestión: Gallardón la ha dado y Sebastián la garantizará en el futuro. Evidentemente, a Alberto, el resultado negativo de las elecciones también le afectaría, pero el votante de las elecciones generales no es tonto y sabrá evaluar dicho perfil. En todo caso, eso es harina de otro costal (
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[1] Leído en El País. SItio visitado el 31/10/2006.