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A muy corto plazo parece que el efecto ha sido positivo, con un alboroto en las Bolsas, pero a corto y medio plazo, es complicado que esta acción elimine la crisis, más aún cuando la cruda realidad es que todavía no se conoce el alcance de la contaminación de las hipotecas basura ni se “ha separado el grano de los activos solventes de la paja de los dañados” (leído en El País). Cabría preguntarse: ¿Magníficos o apocalípticos? Te dejo el comentario de Iñaki: “Feliz Mundo Nuevo”.