En el marco del cumplimiento la normativa aplicable, la decisión de cualquier organización pública o privada de establecer un sistema interno para que las personas puedan informar sobre posibles irregularidades o malas prácticas—lo que conocemos como Canal de Denuncias—es un paso más hacia la transparencia y la ética. Pero este compromiso ético solamente se convierte en una realidad si se le dota de los medios necesarios desde el principio. Esta dotación, que se define en la fase inicial de planificación (el Análisis Preliminar), es la Asignación Estratégica de Recursos (M. Velasco, 2023)[1]. Si los medios son escasos o se asignan mal, el canal se convierte en una promesa vacía. Esta asignación se centra en tres contrafuertes: el dinero, el equipo humano y la tecnología. Respecto al presupuesto, debe ser suficiente para ir más allá de la simple apariencia. Por ejemplo, el dinero debe cubrir la cuota de la plataforma de software y los costes de mantenerla segura, de actualizarla, cuando cambien las normativas, y de contratar asesoría externa si una investigación interna se complica mucho (por ejemplo, si requiere una pericial informática muy específica).
Si el presupuesto es tacaño, solamente se podrá comprar una herramienta básica que no garantice la confidencialidad y la gente no se atreverá a informar por miedo. En cuanto al personal, se necesita un equipo de apoyo para la persona responsable del canal, que debe ser multidisciplinar. Por ejemplo, no basta con tener a alguien de la dirección, se necesita alguien de Recursos Humanos para gestionar posibles conflictos laborales derivados de las denuncias, o alguien con conocimientos financieros si se investiga un fraude, asegurando así que cada caso sea tratado con la experiencia adecuada y con total imparcialidad. Por último, la tecnología es la columna vertebral de la confidencialidad. No vale cualquier email. La herramienta debe ser un sistema robusto que garantice el anonimato y la comunicación segura, permitiendo que la persona que informa y la persona responsable del canal interactúen sin revelar identidades. Este compromiso con la dotación de recursos es, en esencia, la prueba de que la entidad se toma el canal en serio, transformando una obligación en una herramienta real de protección y mejora interna. Fuente de las imágenes: mvc archivo propio.