sábado, 9 de agosto de 2025

Más allá de la postal, el sabor auténtico de barrio

Fuente de la imagen: Bodeguita Ramos. Sitio gastropost (M. Velasco, 2025)
Pasear por el centro de Ronda (Málaga, Andalucía, España), es una experiencia que aúna lo impresionante con lo abrumador. El Tajo, el Puente Nuevo, la Plaza de Toros, las vistas… todo es majestuoso. Pero entre las multitudes de turistas de todas las nacionalidades, me comentaba Juan que uno no puede evitar sentir que, a veces, la ciudad, se ha vestido de gala sólo para ellos. Los restaurantes, con sus menús en varios idiomas y precios que te hacen levantar la ceja, parecen más un decorado que el corazón gastronómico de la ciudad. Para un lugareño, o para cualquier visitante que busque algo más que la foto, esa Ronda puede resultar un tanto ajena. Pero, como en toda ciudad con alma, solo hay que saber dónde buscar. Y es en ese paseo, cuando uno empieza a pensar que no hay un hueco para el bolsillo local, que te topas con el verdadero tesoro. Lugares como la Bodeguita Ramos (M. Velasco, 2025)[1], en la calle Torre Alháquime, son un recordatorio de que la esencia de Ronda no se ha diluido en el turismo high-end mass production. Entrar en Bodeguita Ramos es como volver a respirar. Es un soplo de aire fresco andaluz. 

De repente, el bullicio cambia; ya no es exclusivo de los turistas que hacen cola, sino el de los lugareños que se encuentran, se saludan y se ríen. Aquí, la cocina no es una performance peculiar para el siempre respetado cliente de lugares lejanos, sino, también, para el cliente local, que denomino "turismo de cercanía" (M. Velasco, 2011)[2], un homenaje sincero a la tradición. Tapas mediterráneas y platos de toda la vida, elaborados con ese cariño que sólo el saber hacer propio puede dar. Y lo mejor de todo es el ambiente. El personal te trata con esa amabilidad y cercanía que te hacen sentir como un habitual, aunque, como en nuestro caso, sea la primera vez que entras. Es un bar de barrio con alma, donde no hay que mirar los importes con lupa porque la relación calidad-precio es, sencillamente, honesta. Aquí los vinos de Ronda son asequibles[3], no una pieza de museo. Bodeguita Ramos es un oasis de autenticidad, un sitio que te recuerda que, en el corazón de Ronda, todavía se puede comer como en casa, con el sabor local de siempre. Te dejo una instantánea con juanvi, copropietario de la Bodeguita Ramos.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Bodeguita Ramos. Sitio gastropost. Visitado el 9/8/2025.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2011). Turismo de cercanía y sostenibilidad. Sitio Economía Sostenible. Visitado el 9/8/2025.
[3] Mañana te referenciaré los vinos que degustamos.