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La alquimia, del árabe al-kīmiyā[1], es una antigua rama de la filosofía natural, tradición filosófica y protocientífica[2] practicada en Europa, África y Asia, originada en el Egipto grecorromano en los primeros siglos[3]. Los alquimistas intentaron purificar, madurar y perfeccionar ciertos materiales[4]. La perfección del cuerpo humano y del alma se pensaba que permitía o resultaba de la obra alquímica magnum y, en la tradición del misterio helenístico y occidental, el logro de la gnosis. En Europa, la creación de una piedra filosofal se relacionó de manera diversa con todos estos proyectos[5] y después del renacimiento del siglo XII, producido por la traducción de obras medievales islámicas sobre ciencia y el redescubrimiento de la filosofía aristotélica, los alquimistas desempeñaron un papel importante en la ciencia moderna temprana, particularmente química y medicina[6]. Los alquimistas islámicos y europeos desarrollaron una estructura de técnicas básicas de laboratorio, teoría, terminología y método experimental, algunas de los cuales todavía se usan en la actualidad. Sin embargo, continuaron la creencia de la antigüedad de los cuatro elementos y guardaron su trabajo en secreto, incluido el simbolismo críptico. Su caminar fue guiado por principios herméticos relacionados con la magia, la mitología y la religión[7].
Realizo la introducción anterior porque en el fin de semana pasado he estado rehojeando el texto de Tara Bennett-Goleman, “Alquimia Emocional”[8], donde la autora me recuerda que, entre otras cosas, los alquimistas supuestamente convertían el plomo en oro, por lo que, igual que ellos, puedo transformar los momentos de confusión o dolor emocional en instantes de claridad. En sus más de cuatrocientas páginas, Tara explora mi mente e intenta enseñarme que todo lo que me preocupa cabe en diez patrones emocionales básicos, incluidos el miedo, el abandono, la exclusión social y la vulnerabilidad. Pero también me muestra cómo liberarme de ellos y reemplazarlos con empatía, gracias a la práctica del mindfulness, la alquimia emocional que puede cambiar la estructura de nuestra mente a través de la aplicación consciente en el terreno de las emociones. Y es que, como escribe el Dalai Lama en el prólogo, “cuando tenemos paz interior podemos estar en paz con quienes nos rodean. Cuando nuestra comunidad se encuentra en paz puede compartir ese estado con las comunidades vecinas. Cuando sentimos amor y amistad por los demás, logramos que se sientan amados y cuidados, y eso nos ayuda también a nosotros a desarrollar la felicidad y la paz interiores”. Parte de este texto también se ha editado en el sitio book—post, bajo el título “Transformación interior para verdadera felicidad”. Fuente de la imagen: archivo propio.
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[1] "alchemy | Definition of alchemy in English by Oxford Dictionaries". Oxford Dictionaries | English. Sitio visitado el 08/06/2020.
[2] Pereira, Michela. "Alchemy". In Craig, Edward. Routledge Encyclopedia of Philosophy. Routledge. 2018. Sitio visitado el 08/20/2020.
[3] Principe, Lawrence M. The secrets of alchemy. University of Chicago Press, 2012.
[4] Malouin, Paul-Jacques (1751), "Alchimie [Alchemy]", Encyclopédie ou Dictionnaire Raisonné des Sciences, des Arts, et des Métiers, I, translated by Lauren Yoder, Paris. 1751. Sitio visitado el 08/06/2020.
[5] Linden, Stanton J.. Darke Hierogliphicks: Alchemy in English literature from Chaucer to the Restoration. University Press of Kentucky. 1996. Sitio visitado el 08/06/2020.
[6] Newman, William R.; Mauskopf, Seymour H.; Eddy, Matthew Daniel, "Chemical Knowledge in the Early Modern World", 2014. Sitio visitado el 08/06/2020.
[7] Wouter J. Hanegraaff (Cambridge University Press: Alchemy between Science and Religion,Esotericism and the Academy: Rejected Knowledge in Western Culture. 2012. Sitio visitado el 08/06/2020.
[8] Tara Bennett-Goleman. Alquimia Emocional. Ediciones Vergara. 2001.