miércoles, 4 de junio de 2025

Más Allá de la Disertación supuestamente Magistral

Fuente de la imagen: Donde alumnado y docente cambian roles. (M. Velasco, 2024)
En el dinámico escenario de la educación superior, y tras décadas de experiencia en el sector privado que complementaron la posterior labor interina durante varios cursos universitarios como profesor en la universidad pública, he sido testigo de un debate recurrente que me interpela profundamente: la presunta poca asistencia presencial a algunas asignaturas y las soluciones que se proponen para revertirla. En varios foros docentes no es raro escuchar sentencias lapidarias como "al alumnado ni agua, solo impartición de clases magistrales", o la idea de que "si el docente le da al alumnado muchas cosas, éste se acostumbra a no esforzarse". Da la impresión de que el acto de compartir recursos pedagógicos y didácticos genera un temor infundado. Esta perspectiva, que aboga por una docencia más bien restrictiva, me parece un anacronismo. El buen amigo Antonio, psicólogo, miembro de la comunidad universitaria, lo expresa con una claridad meridiana: "Sólo los presuntos malos docentes son los que tienen miedo a utilizar las innumerables herramientas y recursos pedagógicos hoy existentes, y lo que pretenden es mantener rehén al alumnado con sus discursos monotemáticos trasnochados". Ciertamente, la reticencia a ofrecer un abanico de recursos puede no ser un signo de rigor, sino, a menudo, de una inseguridad que se escuda en la tradición. La crítica se dirige, pues, a aquellos docentes que conciben la clase universitaria como un monólogo unidireccional, una "disertación supuestamente magistral" donde el rol del alumnado se reduce a la ingente tarea de tomar apuntes y poco más. En este modelo, el conocimiento se percibe como un tesoro celosamente guardado por el profesorado, que se dispensa a cuentagotas, sin espacio para la interacción, la participación activa, la aplicación práctica o la exploración autónoma. Se confunde el "dar" con el "complementar" o "integrar", ignorando que la riqueza de la enseñanza moderna reside precisamente en la diversidad de vías de acceso al aprendizaje. 

La experiencia en la docencia participativa (M. Velasco, 2024)[1] practicada en la Universidad de Málaga, impartiendo Derecho Administrativo Especial (Facultad de Derecho), Derecho Administrativo Turístico (Facultad de Turismo) y Administración y Legislación Ambiental (Facultad de Ciencias), me ha demostrado que el éxito radica en desplegar un amplio abanico de recursos: desde compendios temáticos (M. Velasco, 2025)[2] y enlaces a materiales complementarios, hasta supuestos prácticos individuales y grupales, cuestionarios interactivos, juegos didácticos y herramientas como Kahoot (M. Velasco, 2025)[3]. Estos recursos no son un sustituto del esfuerzo del alumno, no más lejos de la realidad (el alumnado me criticaba que les hacía trabajar mucho y constantemente), sino catalizadores que enriquecen su proceso de aprendizaje, fomentan la comprensión profunda y estimulan el pensamiento crítico. No se trata de "darlo todo hecho", sino de proporcionar andamiajes y herramientas para que el alumnado construya su propio conocimiento. Creo a "pies juntillas" que la docencia universitaria debe impartir clases de calidad, pero esto se complementa con la ineludible responsabilidad de ayudar, tutorizar y orientar al alumnado. Y si este proceso puede desarrollarse en un ambiente feliz, lúdico y participativo, el impacto en el aprendizaje y la motivación es exponencialmente mayor. La universidad es un espacio de crecimiento integral, donde el docente debe ser un facilitador, un guía y un compañero de viaje en la aventura del saber, no un mero transmisor de información. En síntesis, es hora de desterrar los miedos y las inercias. La universidad pública, en particular, tiene el deber de abrazar la innovación pedagógica, y más docencia y menos paper (M. Velasco, 2025)[4]. reconociendo que la verdadera maestría docente no reside en la grandilocuencia de la disertación, sino en la capacidad de inspirar, motivar y equipar al alumnado con todas las herramientas necesarias para su desarrollo académico y profesional, construyendo así un futuro más brillante.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2024). Donde alumnado y docente cambian roles. Sitio visitado el 4/6/2025.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Regulando el Turismo: Claves Administrativas. Sitio visitado el 4/6/2025.
[3] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Del "Kajú" al Entusiasmo: Mi Experiencia Kahoot. Sitio visitado el 4/6/2025.
[4] Velasco-Carretero, manuel (2025). Docencia VS Paper. Sitio visitado el 04/06/2025.