Este profesional es requerido por el dueño de una deficitaria fábrica de mocasines, para que le estudie la situación y le realice propuestas de reestructuración o saneamiento empresarial. Wallace analiza el negocio y propone una solución: despedir al personal, suspender la producción y cambiar de producto. Pero, sin predecirlo ni presagiarlo, el protagonista se encuentra metido en la atmósfera íntima de la corporación empresarial. Las consecuencias son imprevisibles… Al final…
No, no contaré como acaba la historia. Sólo expresar que me recordó una etapa de mi vida profesional en la que aprendí mucho, sufrí mucho y, cuando pensaba que no existía humanidad en las empresas, recibía mensajes de directivos, mandos intermedios, personal técnico y de apoyo, emocionalmente muy proactivos, a modo de lecciones de incalculable valor, que la vida te ofrece de vez en cuando (