jueves, 18 de octubre de 2007

Lo pasaban realmente mal

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En más de una ocasión he tenido la oportunidad de colaborar como profesional externo en empresas familiares de tamaño medio, encontrándome hábitos estructurales en diversas materias, desde puestos de responsabilidad ocupados por miembros de la familia que adolecían de formación, hasta retribuciones distorsionadas y desajustadas con la realidad del mercado[1], pasando por una inexistencia de políticas de conciliación de la vida empresarial con la vida personal.

O ciertos límites invisibles para la promoción de los ejecutivos externos, lo que implicaba que los directivos que no pertenecían a esa unidad familiar lo pasaban realmente mal y en muchos casos dimitían. Price waterhouse Coopers y el Instituto de la Empresa Familiar han realizado una investigación sobre capital humano en las empresas familiares[2], donde se desprenden estos pecados y otras debilidades de gestión. Imagen incorporada posteriormente; fuente: mvc elaboración propia.
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[1] Para el puesto que ocupaban los familiares.
[2] Leído en la pág. 35 de elEconomista de 17/10/07.