Recientemente he escrito sobre la mediación intrajudicial, texto “La Medicación como alternativa al litigio”, haciéndome eco del convenio de colaboración entre el Consejo General del Poder Judicial español (CGPJ) y el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), acuerdo cuya finalidad es promover en toda España el desarrollo de la mediación intrajudicial como medio complementario para la solución de conflictos. Pero ¿Qué es un conflicto? Siguiendo a Torrecilla Jiménez y otros[1], llego a la reflexión atribuida a Heráclito, como “promotor del cambio y, a la vez, consecuencia de éste”.
Sin embargo, la definición actual del término sigue conteniendo más connotación negativa que la positiva del filósofo presocrático, ya que su particularidad más substancial es el obstáculo que impide el acuerdo, la armonía o la concordancia entre dos o más partes, en un caldo de cultivo de triunfo o aniquilación, según corresponda. Groom[2] entiende la resolución de conflictos como ese marco negociador donde las partes instituyen unas relaciones proactivas, aceptadas por los implicados, interesados en reducir o atenuar el riesgo al enquiste del problema. Y es que, parafraseando a Andrés, mi profesor de Técnicas de Negociación, ante un conflicto, además de emociones, nos enfrentamos también con necesidades, expectativas, objetivos…
Te cuento lo anterior porque, vía un tuit de ASAMálaga, organización en la que me encuentro integrado, llegué a conocer la programación del webinar “Comunicación y resolución constructiva de conflictos en el aula y en la familia”, organizado por Vanessa[3], de entresneakersytacones, e impartido por Macarena[4]. Así que, “raudo y veloz”, solicité la inscripción y parte de la tarde del lunes la dediqué a la asistencia, donde la ponente, apoyada en su formación en la disciplina positiva, la resolución constructiva de conflictos y la neurosicoeducación, disertó sobre las técnicas o buenos hábitos para conformar una sólida base sobre la que construir la resolución de conflictos en el ámbito educativo y en el familiar.
Descubrí la cantidad de meteduras de pata que registro día a día en la relación con las personas queridas en general y con el querubín en especial. Coincido con Macarena en que ante el clima social que nos envuelve por doquier, de competición, egoísmo, inmadurez… practicando hábitos como el respeto, positivismo emocional, la escucha consciente, reflexiva, empatía a raudales… se responde positiva y creativamente a los conflictos en el aula, en la familia, con las amistades y, por derivación, en los entornos productivos, institucionales o empresariales. Te dejo una captura de pantalla que realicé. También inserto el vídeo de la sesión, alojado en el site entresneakersytacones, cortesía de Vanessa.
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[1] Torrecilla Jiménez y otros. Manual de Formación de Mediadores Sociales. Madridsalud. 2006.
http://www.madridsalud.es/publicaciones/adicciones/doctecnicos/FormacionMediadoresSoc.pdf Sitio visitado el 28/07/2020.
[2] Groom, A. R. J. Teoría de resolución de conflictos www.chasque.net/frontpage/relacion/anteriores/9611/16.htm. Sitio visitado el 28/07/2020.
[3] Vanessa Conde de Zablah. Asesora de Crianza. Educadora Certificada en Disciplina Positiva en la Familia, Primera Infancia y Pareja.
[4] Macarena Soto Rueda. Mediadora familiar y escolar especializada en Neurosicoeducación y en Disciplina Positiva.