lunes, 7 de noviembre de 2016

Sugestionado, estimulado y sobrecogido

Fuente de la imagen: pixabay
En “Robotización 2.0[1], reflexionaba sobre la capacidad de los robots en la destrucción de puestos de trabajo, apuntando que la clave podría encontrarse en el diseño de máquinas robóticas que se comportaran como seres humanos. En el tema de los androides volví a incidir en 2016 en dos ocasiones. La primera en “Humano Vs Robots[2], donde apuntaba algunas de las ideas que Cowen, desgranaba en su artículo Humans are more valuable than the smartest machine. And they always will be[3]. La segunda este verano, “Yo, profesional robot[4], a partir del artículo de T. Fernández y A. Casilda en Expansión, “Profesiones de siempre que no caducarán y serán demandadas[5].

La introducción anterior viene a colación porque el fin de semana pasado terminé de hojear el texto que me prestó Paco (Gracias), Rise of the Robots: Technology and the Threat of a Jobless Future[6], que traducido con mi inglés de los Montes de Málaga, es algo así como “Aumento de los robots: la tecnología y la amenaza de un futuro sin empleo”, esmerada exploración de M. Ford que me ha sugestionado, estimulado y sobrecogido a la vez. Parece como si el autor hubiera viajado al futuro y detectado que se sigue generando valor o riqueza, pero a costa de atenuar sustancialmente la necesidad de fuerza laboral tal y como la tenemos conceptuada en el presente.

Dogmatiza Martin que la actual revolución tecnológica es desemejante de las preliminares, puesto que sus efectos afectarán a casi todos los trabajadores por igual, en algunos casos concluyentemente. ¿Por qué? La posible respuesta se encuentra en que ningún humano puede competir con los costos de la automatización, que caen incesantemente. Los programas (software) ahora pueden desde conducir coches hasta realizar ensayos de laboratorio. Por supuesto, casi cualquier trabajo que implica estar sentado frente a una pantalla y manipular información está amenazado.

También, el autor pronostica otra cuestión aún más turbadora que la anterior. Al concentrarse los beneficios de esta “nueva economía” en unos cuantos, los robots debilitarán el principal motor del crecimiento: la demanda de la clase media. Como el trabajo se vuelve cada vez más económico en relación con las máquinas, el poder adquisitivo disminuirá, lo que, a la vista de los síntomas económicos que estamos padeciendo con esta crisis que nos ahoga, puede que esté pasando desde hace unos años. 

Ante ese panorama ¿Qué hacer? Ford no cree que el progreso tecnológico pueda ser detenido, pero tampoco piensa que sería deseable intentarlo. Una posible solución que propone el autor es que, como la economía moldeada por la robótica va exprimiendo cada vez más nuestras retribuciones económicas por el trabajo que realizamos, para alejar una involución de impredecibles consecuencias se debería pagar a cada adulto un ingreso básico mínimo o lo que se empieza a denominar "dividendo del ciudadano"[7]. Fuente de la imagen: pixabay.
_______________________
[1] Velasco Carretero, Manuel. Robotización 2.0. 2011. Sitio visitado el 07/11/2016.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Humano Vs Robots. 2016. Sitio visitado el 07/11/2016.
[3] Cowen, Tyler. Humans are more valuable than the smartest machine. And they always will be. 2015. The Washington Post, Sitio visitado el 07/11/2016.
[4] Velasco Carretero, Manuel. Yo, profesional robot. 2016. Sitio visitado el 07/11/2016.
[5] Fernández, Tino, Casilda, Alba. Profesiones de siempre que no caducarán y serán demandadas. Expansión. 2016. Sitio visitado el 07/11/2016.
[6] Ford, Martin. Rise of the Robots: Technology and the Threat of a Jobless Future. Editorial Basic Books. 2016.
[7] A continuación te dejo un vídeo, subido a Youtube por Singularity Lectures, con una conferencia del autor sobre el tema de su libro.