martes, 10 de noviembre de 2015

Hacia lo distinto e ilusionante

Fuente de la imagen: pixabay
Puedo disfrutar de una estructura organizativa pulida, eficiente… pero si no visualizo un futuro, una meta, un objetivo… no vale nada esa organización empresarial perfecta, por lo que deberé meditar seriamente hacia dónde quiero ir como emprendedor, empresario, gerente, director… y, por derivación, hacer caminar a la empresa, departamento, división… hacia ese horizonte.

Seré consciente que en ese escabroso tránsito, previsiblemente, la estructura pulcra que admiro, deberá transmutarse, reconvertirse, adaptarse… para conseguir el objetivo, por lo que probablemente no sea ya tan eficiente, pero sí en camino de transformarse hacia lo distinto, lo rentable, lo eficaz, lo ilusionante. Y en ese proceso de evolución, metamorfosis, mutación, reforma, innovación… tendré que prescindir de recursos que no aporten valor en la nueva visión, apartando el grano de lo ya convertido en farfolla. 

Y me desharé de esa paja, que ocupa mucho volumen físico y, sobre todo, espiritual, por la cantidad de lazos apasionados con el pasado convertido en historia.  Y brotarán emociones por doquier, debiendo estar preparado psíquicamente para no desfallecer en esa abrumadora tarea.  Y asumiré la diferente cultura empresarial que se va conformando, transmitiéndola a cada rincón del nuevo hábitat productivo fecundado. 

Y progresaré con paso firme y mirada ilusionada, transmitiendo ese sentimiento a todos los colaboradores y colaboradoras que me rodean, retroalimentándonos, robusteciéndonos y consolidándonos en el ya no tan exótico y sí diferente y próximo ecosistema organizativo (Fuente de la imagen: pixabay).