Albert Einstein dibujado por mvc. Imagen incorporada posteriormente |
Teníamos que confiar en nosotros, superar nuestros miedos, creer y crearnos continuamente, aprendiendo a gestionar los errores, las chorradas, y retroalimentarnos a través de esas sensibles experiencias. Hoy, “la globalización y el aumento de la competencia han llevado a las empresas a buscar la diferencia a golpe de imaginación, una cualidad que no es sólo un don de unos pocos privilegiados” (leído en la pág. 8 del suplemento de negocios infoempleo.com, 30/9/07, del grupo Vocento).
Hoy, también como en mi infancia, la sociedad, que tanto premia la innovación, es la primera en poner límites a la creación. “Para crear hay que volver todo del revés, enfocarlo desde otras perspectivas y asociarlo y cuestionarlo todo” (f