viernes, 27 de febrero de 2004

Tortitas de bacalao al crujiente foro

Imagen sustituida posteriormente; fuente: Las Recetas de la Abuela Juli
Se escucha
Man Who Sold The World[1], música que me trae recuerdos sobre gastronomía y me apetece escribirlos. No soy un entendido en la materia ni mucho menos quiero hacer competencia a los interesantes blogs de este webblog en cuestión de recetas y manjares, sólo contar unas sensaciones por si puede aportar algo bueno. Resulta que[2] tuve la oportunidad de colaborar en un grupo empresarial que[3] disponía de un portal en Internet dedicado a la gastronomía. Si bien mi cometido era trabajar en la reorganización de la matriz, siempre que tenía un rato de descanso me pasaba por el foro para ver los comentarios de los foreros[4]. Incluso[5], tímidamente empecé a dejar mis recatadas opiniones en ese lugar de encuentro[6].

La categoría del foro, en cuanto a contenido de los comentarios, era muy alta. De todos los numerosos participantes, rememoro dos alias: Margali y Koskorro, cuyo nivel de desinteresada aportación era excelso (Si, casualidades de la vida, me lees, koskorro, observarás que soy el auténtico “Manuel” y gracias por la paciencia que tenías con este temporero de la mesa). Aprendí mucho de gastronomía pero, sobre todo, me impresionó la pedagogía y la didáctica de algunas personas, auténticos maestros en su profesión e innegables comunicadores. Empecé a participar en una Semana Santa y, como no, con los platos típicos que en esos días se elaboraban en el campo donde nací: bacalao a todas horas (garbanzos con bacalao, bacalao frito, tortas de bacalao, etc.) 

Caigo ahora en cuenta la de veces que iba a la fuente, donde mi madre ponía el bacalao a desalar, para coger un pedacito que me sabía a gloria bendita[7]Y ahí va la sencilla y típica receta de tortitas de bacalao. Ingredientes: ¼ de bacalao (según mi madre el truco estaba en poner poco bacalao), ¼ de cebolla, tres dientes de ajo, pimentón (opcional) perejil, sal, harina, agua, aceite y una cucharada pequeña de levadura[8]. El bacalao hay que ponerlo en remojo 24 horas, cambiándole el agua cada cuatro o seis horas (dependiendo del nivel de sal que se le quiera dejar). Se le quita al bacalao la piel y todas las espinas y se desmigaja muy bien; se pica la cebolla, el ajo y el perejil (¿Cuánto perejil?, pues al gusto de cada uno).

Se hace una mezcla con agua y harina y resto de ingredientes, hasta formar una masa suave y clara, se prueba para ver el gusto, sobre todo referente a la sal. Una vez que la masa está lista, se deja durante dos o tres horas que repose (debidamente tapada la fuente con un paño de cocina). Finalmente, con el aceite hirviendo, se coge la masa con una cuchara sopera y se va echando a la sartén. Cuando la tortita está doradita y ha subido por el efecto de la levadura, se extrae de la sartén, bien escurrida. Que os aproveche y buen fin de semana. ¡Ah!, se me ocurrió un día hacer la masa con harina integral y me salieron las tortas regular (Formato de texto e imágenes actualizados con posterioridad. Fuente de las imágenes: Wikimedia Commons)[9]
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[1] Nirvana.
[2] Hace unos años.
[3] Entre sus numerosas actividades.
[4] ¿Se dice así?
[5] Animado por una compañera.
[6] Evocaciones de recetillas de mi madre y poco más.
[7] Y luego el preceptivo y suave coscorrón.
[8] He visto en otras casas la sustitución de la levadura por bicarbonato e, incluso, echar un huevo batido.
[9] Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Las Recetas de la Abuela Juli.

martes, 3 de febrero de 2004

Visibilidad en Internet

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
A pesar de que los buscadores cada vez son más hábiles a la hora de recuperar todo tipo de documentos, parece que existe una Internet invisible, que escapa a los robots de búsqueda y que en ella se encuentra la información de numerosas bases especializadas. A ver si me aclaro con un ejemplo. Si introduzco mi nombre en el buscador Google, localiza, al día de hoy, 202.000 resultados, aproximadamente, apareciendo, sorpresivamente, mi dirección en primer lugar del ranking. Esto es lo que llamaríamos Internet Visible. Sin embargo, aunque los últimos avances tecnológicos siguen asombrándonos, todavía existen una gran cantidad de recursos que no se localizan a través de los buscadores generalistas, incluido Google. Parece que los motores de búsqueda de estos buscadores no encuentran esa información porque rastrean en sus bases de datos, generadas por la acción de spiders, pero no se busca en toda la Red. 

Y para finalizar, planteo la siguiente cuestión. En esta nueva era que se inició hace ya unos añitos con la irrupción de Internet en la Sociedad, ¿interesa ser invisible o visible? ¿Soy alguien por aparecer el primero en el ranking de Google? O, por el contrario, ¿debo preocuparme por ello?. Juzguen ustedes. Posdata: Si restrinjo la búsqueda (nombre y apellidos entre comillas), el dato a fecha de hoy es de 1095 resultados aproximadamente, registro irrisorio en esta gran telaraña que es Internet si quiero ser visible. Si quisiera ser invisible no debería, por tanto, preocuparme. Os animo a que realicéis la prueba con vuestros datos. Este post se ha publicado por error dos veces. Se encuentra editado con anterioridad, en ¿Soy Invisible?