miércoles, 21 de febrero de 2018

Obviando la realidad microeconómica

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Si, desgraciadamente, los datos microeconómicos de la economía española son tristes, siendo la clase media española una rara avis. Algunas cifras macroeconómicas tampoco están para tirar cohetes. Por ejemplo, según el Ministerio de Economía del Gobierno de España, las exportaciones españolas de mercancías crecieron en 2017 un 8,9% respecto al año 2016 y alcanzaron los 277.126 millones de euros con datos de comercio declarado, máximo histórico de la serie para el acumulado anual. Pero no hay que perder de vista las importaciones, que aumentaron más, un 10,5% hasta los 301.870 millones, igualmente en máximo histórico. Obviamente, el déficit comercial de 2017 alcanzó los 24.744 millones, un 31,9% más que en 2016. Pero vamos a ser positivos, ponernos una venda en los ojos para los datos negativos y centrarnos en lo que ayer se difundía a bombo y platillo: el récord histórico de las exportaciones. Cierto que registraron mejor evolución que las del conjunto de la zona euro y la Unión Europea. La tasa de cobertura -exportaciones sobre importaciones- se situó en 91,8% (93,6% en 2016 con datos definitivos) y es el tercer mejor registro de toda la serie histórica, solo superado en 2013 y 2016. En volumen las exportaciones ascendieron un 8,2%, ya que los precios, aproximados por los Índices de Valor Unitario, subieron un 0,7%; y las importaciones crecieron un 5,5%, porque los precios aumentaron un 4,7%.

El saldo no energético arrojó un déficit de 4.023 millones de euros (déficit de 2.517 millones en 2016, datos provisionales) y el déficit energético se incrementó un 27,6%, hasta los 20.721 millones de euros. Pero bueno, ya estoy otra vez en clave negativa. Sigamos con lo positivo. Las exportaciones españolas crecieron a mayor ritmo de lo que lo hicieron en el conjunto de la zona euro (7,2%), la UE (7,4%). Los incrementos en Reino Unido (13,4%) y Japón (11,8%) fueron mayores. En 2017 aumentó un 8,5% el número de exportadores sobre 2016, hasta los 161.454. El número de exportadores regulares (los que llevan cuatro años consecutivos exportando) creció un 1,5% hasta los 50.562, encadenando seis años consecutivos de crecimiento. Los principales sectores aumentaron sus exportaciones, excepto el automóvil (16,3% del total), cuyas ventas fueron similares a las del año 2016 (crecimiento del 0,1%)[1]. En cuanto al crecimiento de las importaciones, éste se explica por el impulso de la demanda interna y el aumento de los precios de los productos energéticos. Así, las importaciones de bienes de equipo (21,5% del total) subieron un 7,8%; las de productos químicos (14,9% del total) crecieron un 5,7%; las de productos energéticos (13,4% del total), un 36,4%; y las del automóvil (12,9% del total) un 4,8%[2]. Fuente de la información: MEIyC. 
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[1]Así, bienes de equipo (que representa un 20,3% del total) subió un 9,2%; alimentación, bebidas y tabaco (16,5% del total) creció un 6,3%; productos químicos (14% del total), un 7,8%; y manufacturas de consumo (10,2% del total), un 9,7%. 
[2] Respeto a las exportaciones a la UE (65,7% del total), aumentaron un 8% en 2017. Las ventas a la zona euro (51,6% del total) crecieron un 8,5% y las destinadas al resto de la UE (14,1% del total) se incrementaron un 6,2%. El dinamismo fue incluso mayor en las ventas a terceros destinos (34,3% del total), que subieron un 10,6% en 2017, con aumentos de las exportaciones a todas las grandes zonas: Oceanía (23,5%), América Latina (12,7%), Asia excluido Oriente Medio (11,2%), América del Norte (10,0%), África (8,5%) y Oriente Medio (1,3%). Por países destacan los aumentos de ventas a mercados como Argentina (51%), Nigeria (28,7%), China (24,4%), Australia (21,4%), Marruecos (15,7%), Indonesia (15,6%), Filipinas (13,5%), México (12,2%), Canadá (10,6%), Turquía (10,6%) o Estados Unidos (10%). Se redujeron las ventas a Venezuela (-49,3%), Argelia (-11,2%) o Egipto (-9,7%).